lunes, 23 de septiembre de 2013

Reminders

Como parte de la actividad nocturna que a veces realizamos en nuestros ordenadores, hoy decidí que era momento de no dejar caer en el olvido las ideas plasmadas en el predecesor de este modesto y absurdo blog.

Aunque ineditable, las entradas aun pueden encontrarse y leerse en una dirección lo suficientemente similar a la original:

http://lifeindeepblue.blogspot.fr/

En un futuro que por fortuna cada vez parece más próximo (esto es tema en potencia...), realizaré una migración adecuada de los textos. Tal vez incluso transforme alguno en una nota Facebook (que es lo que está de moda, y además es facil...). 

Pero hasta entonces, el link hace las veces de recordatorio del pasado. Y es efectivo, ya que, al releer estos textos, percibo muchos cambios en mi forma de pensar sobre multitud de cuestiones. Pero no solo en eso, claro, sino muchos, muchos otros cambios. No deja de ser curioso que, pese a que me parecen evidentes, por otro lado me sigo viendo como la misma persona. Me pregunto cómo es para el resto, si existe esa extraña dualidad.

Sirva esta entrada como junta, como articulación entre dos grandes etapas. La transición ha sido larga (aún lo está siendo), pero quiero creer que, por fin, se abrirá camino una nueva.  Como siempre, sólo el tiempo lo dirá, y se me antoja pertinente una reflexión sobre el tema.

Eso, y más. Esperemos. O mejor, intentaré que así sea.

Como decía David Byrne en aquel tema (temón).... How the hell did I get here!!??

sábado, 19 de enero de 2013

Manifiesto de un geólogo: "Con las botas puestas"

De las muchas profesiones que existen, habrá con toda seguridad varias que sean muy poco o nada conocidas, y por tanto comprendidas, por la sociedad. Al menos, en la de nuestro país, y tengo la certeza de que una de ellas es la nuestra, la geología.

Llevo muy poco tiempo haciéndome llamar geólogo pero pese a ello, de un tiempo a esta parte y por multitud de razones, he llegado a reflexionar sobre ciertas cuestiones en lo referente a este nuestro oficio y en muchos casos pasión. Y las conclusiones a las que he llegado son rotundas y me preocupan: la geología, necesita de forma urgente e innegable una dignificación. Necesita que se la conozca. Necesita que se la reconozca. Que se la respete. A ella, y a los que nos dedicamos a ella. Y hablo honestamente cuando digo que me bulle la sangre al meditar sobre lo que deseo plasmar aquí, pues los niveles a los que esto es necesario son múltiples.

La gente se lleva las manos a la cabeza cuando oye hablar de prospecciones petrolíferas, de la apertura de una mina en algún lugar cercano, o de la existencia de una cantera. No hay duda, y esto también es innegable, de que todas estas actividades y muchas otras equivalentes generan un impacto directo e inevitable sobre el medio natural, así como implican riesgos que suponen impactos indirectos. 

Esta opinión tiene raíces complejas, y seria tedioso de analizar en profundidad. Sin embargo, mi opinión es que ese origen se resume en el profundo desconocimiento por parte de la sociedad de varios elementos; del origen de los materiales con los que hemos construido nuestro mundo, de lo necesario de estos, o de que  el daño de estas actividades está en obrar con irresponsabilidad (y de que los accidentes existen).

En cuanto al primero. ¿Acaso salen los objetos y sustancias que usamos en nuestra vida diaria de la nada? La respuesta, como es lógico, es que no. Las pastas de papel de nuestros libros, las bombillas, la suela de las zapatillas de estar por casa, los adoquines de nuestras aceras, los ladrillos con los que construimos nuestros edificios, los cristales de las ventanas, y una lista interminable de objetos más o menos sofisticados son creados a partir de materiales geológicos. 

Pongamos el ejemplo de la bombilla; los filamentos del tubo fluorescente en una bombilla de bajo consumo, elaborados con wolframio, uno de cuyos orígenes es un wolframato de calcio denominado scheelita; la ampolla, de vidrio, que es fabricada esencialmente a partir de sílice obtenida tanto a partir del abundante cuarzo (SiO2), como de otros minerales tales como feldespatos; los casquillos, de elementos metálicos conductores, aleaciones de Fe, Cu, Ag, y otros elementos obtenidos también a partir de multitud de minerales. Otro ejemplo; los simplísimos cables de cobre que transmiten la electricidad en nuestros hogares, donde uno de los principales orígenes de este cobre en el mundo, se encuentra en los pórfidos cupríferos (inmensas moles parecidas a los granitos) de los andes chilenos. O las arcillas con las cuales se elaboraba en tiempos el adobe, y en la actualidad el ladrillo, y muchos otros productos de cerámica. Por no mencionar la omnipresencia de productos elaborados a partir de subproductos que resultan en refino de los hidrocarburos. Y lista podría seguir, y seguir, y seguir, y seguir. Sin embargo nadie es consciente de esto.

Para la obtención de los materiales es necesario llevar a cabo trabajos de extracción, en los cuales el geólogo tiene un papel fundamental. ¿Quién sino puede decir donde encontraremos, hablando rápidamente, un determinado tipo de roca -litología-?

Hablaba antes de la necesidad de los materiales geológicos. Necesarios, sí, en el mundo que hemos construido. Si por motivos cualesquiera nuestra sociedad hubiera desarrollado una tecnología basada en la biología (quien sabe si en otros mundos, otras civilizaciones, han podido hacer esto), no necesitaríamos los materiales geológicos; cultivaríamos todas nuestras necesidades. Por supuesto esto plantearía muchas otras cuestiones, que se escapan a la discusión.

No defiendo ni apoyo las atrocidades e irresponsabilidades que se han cometido en el mundo de la minería, o en el turbulento mundo de los hidrocarburos. Estas son fruto de los recovecos de la economía, la política mundial, el miedo de los famosos inversores, y se escapan al hecho base y que es el que trato de transmitir aquí; los materiales geológicos son fundamentales en nuestras vidas, los geólogos participamos en su obtención, y ella es una actividad como la más digna. 

Y de la misma forma que el medio es alterado para obtener estos recursos, tras el proceso, los entornos naturales pueden ser recuperados. De hecho, han de ser recuperados pues es ello lo que marca tanto la legislación, como el sentido común. Es imposible devolverlos al estado exacto en el que se encontraban. Pero pueden construirse y se construyen paisajes que sean estables, que se correspondan con lo que la naturaleza habría generado allí. Paisajes en los que vivan los mismos seres vivos, y más aún, que los que habitaban antes de una explotación.

Pero todo esto, al igual que antes, es desconocido por nuestra sociedad. Y de ahí la demonización. De ahí que nadie sepa a lo que se puede dedicar un geólogo. 

Que quede patente que con esta declaración no quiero decir que los recursos naturales estén ahí para ser usados. No, ni mucho menos. Los recursos naturales, bien sean los paisajes, los lagos o los ríos, o las rocas y los minerales, etc. están ahí, sí, y nosotros los usamos, los hemos usado siempre (en esencia, es circunstancial que les hayamos encontrado aplicaciones), para construir nuestro mundo. La razón de que hayan surgido problemáticas ambientales, y el consecuente impacto social, emana del crecimiento desmesurado de nuestra población y de la complejidad de nuestra sociedad, que ha llevado al uso masivo de los recursos sin en muchos casos planificación alguna. Pero la utilización de los recursos no es incompatible con el cuidado a nuestro ambiente. Desgraciadamente, y ahí está el problema, esto requiere voluntad, y peor aún, dinero, un parámetro sin el cual no es entendible el mundo en el que vivimos desde hace cientos de años. Y menos, por supuesto, el triste mundo de consumo en el que vivimos actualmente.

Como decía antes, pocos saben a lo que se dedica un geólogo, e incluso, muchos de los propios geólogos lo desconocen. Muchos de aquellos que han pasado toda su vida investigando y aprendiendo (y habla alguien que quería dedicarse a esto), también desconocen la labor del geólogo como técnico, como currante. Y esto no ayuda a que, cuando llega la hora de contar a los demás a que se dedica uno, mejore la imagen de la geología. -¿Y tú, a que dedicas?-Estudio la evolución del metamorfismo en el Orógeno Hercínico. Pese a lo fascinante de este tema, y a las implicaciones que tiene para un geólogo, esto no significa nada para el público. No es capaz de otorgarle al geólogo una posición de importancia ni dentro de la ciencia pura, por desconocimiento de la geología, ni dentro de su trabajo como técnico, por desconocimiento de sus funciones. 

No es tampoco mi intención infravalorar la profesión de investigación. Dentro de ella se abarcan tanto temas aplicados e interesantes, como temas, como siempre digo, y lo siento por aquel a quien no le guste escucharlo, inútiles pero fascinantes. Yo mismo, como he dicho, deseaba dedicarme a ellos. 
Sin embargo, tener la oportunidad de ver otros aspectos creo me ha proporcionado algo de perspectiva, y me ha permitido reflexionar acerca de ello.

Como manifestaba al principio, la geología necesita una dignificación. La sociedad necesita conocer la geología como ciencia, y los increíbles temas que aborda y abordará en un futuro; la reconstrucción de la geografía, el clima y la fauna de la Tierra a lo largo de las eras, el tiempo que esperan los magmas en los volcanes antes de entrar en erupción, los movimientos en masa de los fondos marinos, la evolución de las fallas en los límites de placa, la geología de la Antártida, o la historia y la dinámica de la geología en otros mundos (mi tema predilecto). De la misma forma, la sociedad necesita conocer la geología como herramienta que nos permite obtener los minerales metálicos, no metálicos, y materiales de construcción usados en nuestras vidas; que nos permite extraer, sí, los tan traídos y llevados hidrocarburos; que nos permite evitar, controlar, y paliar la contaminación de nuestras aguas a través de la hidrogeología; que nos permite minimizar los riesgos en la construcción (y después) de nuestras edificaciones mediante la geotecnia y la planificación territorial, etc. 

Escribo esto con las botas de geólogo puestas, de forma literal y figurada, y llamo a todos, tanto a los de mi mismo oficio como a los demás, a que piensen en estas cuestiones. 

En un mundo en un estado como en el que se encuentra hoy día, reflexionar es posiblemente una de las mejores ideas.

jueves, 15 de marzo de 2012

"Open doors"

...Y las puertas se abrieron.

Han pasado aproximadamente cinco meses desde la última, y segunda, entrada al renovado blog, y muchas son las cosas que han sucedido que no han quedado registradas en la red. Pero de esto no me arrepiento. Me arrepentiría de no haberlas disfrutado, de no haber hecho fotos, de no haberlas anotado en mi pequeño cuaderno, y de muchas otras cosas, pero no de haberlas escrito aquí. Cuando uno empieza blogs siempre se propone escribir con regularidad, y si bien no considero que cinco meses sean un intervalo razonable, no voy a torturame por no haber dejado constancia aqui de los acontecimientos de los últimos meses. Como ya he hecho en ocasiones anteriores, es posible que en un futuro relate ciertos hechos, con el reposo que le da a las palabras, las ideas, y los sentimientos, el tiempo.

Cinco meses dan para muchas cosas, y al tiempo que escribo, las palabras "cinco meses" suenan en mi cabeza con un severo trastorno de la percepción temporal. Y supongo que siempre es así en todo este tipo de experiencias. Tengo la sensación de que ha pasado mucho mas tiempo del que de verdad ha pasado (cinco meses? seguro?), pero al mismo tiempo la percepción es de que la anterior entrada de blog es prácticamente de ayer, o como mucho, de la semana pasada. Este es un sentimiento generalizado, que se evoca en mi mente cada vez que recuerdo cosas sucedidas en noviembre, octubre, o septiembre, el mes de llegada a Calgary. Y es generalizado también, en el sentido de que otras personas también experimentan lo mismo.

Pero como decía arriba, cinco meses (seis y medio, si contamos toda la estancia), dan para mucho; Burguess Shale, la primera visita a Banff, el viaje de Acción de Gracias a Lake Louise y Columbia Icefields, house parties, dodgeball tournaments, house parties, la visita de Ro en Navidades, cross country skiing, snowshoeing, el tour por B.C. durante el Spring Break, ice climbing, etc etc, todos se amalgaman en la memoria y se funden poco a poco en el que será el recuerdo global de la Experiencia Canadiense. Aun quedan un par de meses, asi que esto no es un balance de cuentas, aunque lo parezca. Es más bien una forma de resarcirme por no haber creado ninguna entrada en tanto tiempo, si bien como he dicho, no me arrepiento de ello, y considero que si no fue así, no fue debido a las circunstancias. Las notas grabadas en mi pequeña libreta cumplen, para mí mismo,la misma función que hubieran cumplido las entradas del blog.

He aprendido muchas cosas, desde como ser de verdad tolerante, a que es realmente el respeto; desde la formación de los deltas cretácicos en Western Interior Seaway, a que el ártico es una cuenca cerrada; desde qué es echar de menos, a como sobreponerse a momentos de angustia y desesperanza; saber cuales son mis límites, y que es lo que acepto y lo que no; recordar quien he sido, y saber que es lo que quiero para mí; y mucho, mucho más. Y posiblemente una de las lecciones más importantes, que si estamos dispuestos, jamás dejaremos de aprender. En cuanto avancemos al siguiente paso, al siguiente estadio evolutivo respecto al que nos encontrabamos antes, nos daremos cuenta de lo inmaduros, necios, o lo que quiera que sea, que hemos sido. Mientras estemos abiertos al mundo y a nuevas experiencias, y a absorberlas y asimilarlas, nunca dejaremos de crecer, de madurar como personas. 

Y es por ello que venir a Calgary ha abierto las puertas; las puertas que llevaban a lugares de mí mismo donde hacia tiempo que no estaba, para recoger y limpiar cosas que necesitaba o deseaba de nuevo; las puertas hacía nuevas formas de pensar; las puertas hacia lo que quiero hacer, y como, donde, y con quien quiero hacerlo. En esencia, las puertas hacia quien quiero ser cuando vuelva a casa.

Una vez más, se acerca la hora de renacer. La hora en la que esta breve e intensa etapa se cierre, y comience la siguiente. Tal vez no será la mas sorprendente o la mas innovadora, pero despues de todo lo vivido y aprendido, espero y creo, que será sin duda la mas entusiasta de todas.

jueves, 6 de octubre de 2011

"From these, hope..."

Todo tiene un punto de partida, aunque no sepamos cual es: este es mi caso ahora mismo.

¿Cómo contar como he acabado aquí? ¿Cómo como nació esa idea, se materializó en cientos de papeles, se desarrolló a la par que otras cosas, y desemboco en todos los presentes acontecimientos?

Mis dotes como narrador se ven mermadas a la hora de afrontar retos como este. Pero eh, un reto es un reto...

Supongo que un "Todo comenzó..." es bastante práctico para romper el hielo...

Todo comenzó una noche de domingo del mes de diciembre de 2010, si mis recuerdos no fallan. No puedo precisar el día exacto, aunque sí que fue unos días antes del comienzo de las vacaciones de Navidad. Como tantas otras noches de domingo en mi habitación de la calle Ferrocarril, me encontraba perdiendo el tiempo ante la pantalla del ordenador, vagando de Facebook a Twitter y de Twitter a Facebook, después de un día cuya productividad no recuerdo, sin ningún objeto ni pensamiento concreto. En resumen como hemos dicho; perdiendo el tiempo.

Sin embargo, de alguna forma acabé en la página de la facultad, mirando la presentación de la charla informativa acerca de los programas internacionales, los cuales me interesaban más bien poco. 

Para los que lo desconozcan, mi vaga idea acerca del futuro era algo así como "...terminar quinto en Madrid, y luego mirar para intentar hacer máster o similar fuera...". Como se puede ver, algo muy elaborado. 

Pero de todas maneras, tampoco iba a perder mucho leyendo la presentación acerca de los so-called Erasmus-Tassep, así que empecé a leer...y algo empezó a tener sentido en mi cabeza, y una idea más elaborada acerca del futuro empezó a formarse. Pensé: "...si aprovecho, y hago el próximo año fuera, con suerte termino, al año siguiente hago el máster de litosfera, y no repito las asignaturas de quinto, pero a efectos prácticos hago lo mismo, con lo que no me pierdo ese curso repleto de campo..." , y esa fue la base sobre la que se asentó el que decidiese continuar adelante con la inicialmente marginal idea de hacer "algún curso en el extranjero".

Así que acabé yendo a la reunión informativa, y aquello siguió macerando. Sin embargo, no podía valorar aquello yo solo, ¿cómo voy a poner tanto en juego sin ni pedir consejo?. Por supuesto, tenía que informar a mi familia y tenían que decirme que opinaban: cómo siempre, no más pegas de las que cualquier madre o padre sensatos pondrían... Con esas reservas,todo el ánimo del universo a continuar, habiendo hecho una pausada valoración del tema, y sin apenas mención al "desafío" económico. Los agradecimientos suelen ir al final de los textos, pero sería de bastardos no decir en este instante que soy probablemente una de las personas más afortunadas que conozco en ese sentido. Todo lo que mis padres han hecho por mí desde que existo en este mundo no tiene ni precio ni nombre, ...bueno, supongo que nombre sí, "amor". Pero desde luego no precio, y aunque no lo tenga, confío, como dijo Steve Jobs, en que en algún momento "se conecten los puntos", de tal forma que me permitan devolverles aunque sea en una mínima parte todo lo que me han dado. Mi agradecimiento no puede ser más grande.

Y no solo ellos son mi familia...mi podría decirse "almohada" ,en este caso (y entiéndase en el sentido figurado, como qué o quien ayuda a sopesar las cuestiones) , Ro. Tan importante fue su ayuda a la hora de sopesar este tema, que si en algún momento estuve a punto de abandonarlo, es gracias a ella por quien eso no sucedió. Y a ella también tengo que agradecerle en este momento todo lo hecho por mí, por esta vez solo en lo referente a venirme a Calgary, ya que si tuviera que agradecerle más ya podría estar varios días escribiendo.

Lo que vino inmediatamente después es lo que carece totalmente de interés; rellenar solicitud, enviar títulos, esperar listas, elegir destinos, esperar asignaciones, esperar correos, enviar más solicitudes, registros telemáticos y registros telemáticos, etc, etc.

Los meses del segundo cuatrimestre de nuestro cuarto año en la facultad de Cc. Geológicas de la UCM transcurrieron para mí en parte allí, y en parte aquí en Calgary, o al menos en la abstracción que Calgary representaba por aquel entonces en mi mente; más de medio año preparando este año. Y la verdad es que esa situación te proporciona un angustioso transcurrir del tiempo; eres incapaz de quitar la vista de tu "gran objetivo", todo se mide en términos de "¿cuánto faltará entonces para marcharse?", y todo lo que uno hace se piensa con un "el año próximo no estaré aquí..." condicionando tus actos, y por qué no decirlo, forzándote mucho más a ser tu mismo. Porque si en algunos momentos de tu anterior vida no viste motivos, o no quisiste ver motivos para cambiar algo...una perspectiva, una idea, una forma de ser, de hacer las cosas, o lo que sea, ponerte esa situación inminente arranca las capas que te habías puesto. Ves al yo que fuiste, te preguntas como será el próximo yo, y entretanto, te vas dando cuenta de que tal vez no estabas siendo tu yo de verdad. Que él o partes de él estaban encadenadas en algún sitio, y que es momento de dejar de ser hipócrita y deshonesto con uno mismo. Pero a lo que voy, es que cuando sabes que vas a marcharte lo que tratas es de dejar las cosas como quieres o te gustaría dejarlas, y con ello me refiero, a hacer ciertas cosas que no habías hecho nunca pero habías querido hacer, a decir cosas que no habías dicho nunca pero querrías o deberías haber dicho, y todo este tipo de historias. 

Puede que esto último suene a persona moribunda...pero a final de cuentas, ¿no es un cambio de vida un renacimiento? ¿no está una vida formada no por una única, sino por muchas vidas? 

Esa es la clave de esta experiencia, esa es la razón por la cual esto merece la pena; cambia algunos de tus parámetros, corrobora tus constantes, desarrolla nuevas teorías. Te hace crecer, rechazando cosas que antes creías, aceptando otras que no, y abriendo las puertas de la razón y las emociones a otra escala.

Tengo que confesar que en los primeros días de todo esto, poco después de haber echado la primera solicitud, tuve una pequeña crisis de insomnio, cosa que yo jamás he padecido ni he vuelto a padecer por ahora. Sabía que las probabilidades de que me cogiesen eran altas, y que si me lo tomaba en serio, era más que probable que ahora mismo estuviese donde estoy. Y esa idea me aterró. Me aterró tanto que me arrebató el sueño hasta bien entrada la madrugada de una noche de domingo, supongo que porque todo lo que implicaba se salía de mi escala.

Como siempre, es aquello que no entendemos lo que nos causa temor, y ¿cómo superarlo?; entendiendo, viviendo, afrontando...así se abren todas las puertas.

sábado, 17 de septiembre de 2011

"When life comes out of the blue..."

Migración de Blog antiguo: Fallida

Proceso actual: Nuevo Blog.

Así es. El período de migración de los antiguos blogs en Blogger a las cuentas de Google termina el 30 de septiembre. En teoría, si habías iniciado sesión en tu blog después de Septiembre de 2007 (mi anterior blog fue creado mucho después de esa fecha), no tenías que preocuparte acerca de la susodicha migración. Pero heme aquí que he sido incapaz de traspasar los datos del antiguo blog, huésped del antiguo Blogger, a mi cuenta en Google. Al parecer Blogger ya había olvidado mi nombre de usuario, y no me permitió acceder, para realizar la migración manualmente.

Así que, antes que escribir a nadie quejándome (cosa que tal vez debiera hacer, pero me da demasiada pereza y no es un asunto tan importante) de que no puedo migrar y conservar mis antiguas entradas, me he decidido a comenzar este nuevo blog. Y supongo que no hay momento mejor que este, tras el comienzo de la Experiencia Canadiense, para empezar a relatar nuevas ideas, experiencias, aventuras, y chorradas.

En su día, nunca esperé haber comenzado un blog, siempre he sido muy vago, aunque los que me conozcan puedan decir lo contrario, y menos haber continuado escribiendo cosas en él de una forma mas o menos regular, durante mas o menos tres años. Tampoco esperaba que me hicieran esta jugarreta, y no esperaba que me motivase lo suficiente en algún momento como para empezar un nuevo blog. Por supuesto no esperaba que fuese aquí, en Calgary, cuando me decidiese a ello.

Pero lo que es mucho más importante, y lo que ha determinado el curso de mi existencia y casi todos mis actos durante los últimos meses; ni siquiera esperaba estar aquí un año atrás. Ni siquiera había entrado nunca en mis planes, como nos sucede a tantos con tantas cosas.

Está claro que a veces....life just comes out of the blue.