jueves, 6 de octubre de 2011

"From these, hope..."

Todo tiene un punto de partida, aunque no sepamos cual es: este es mi caso ahora mismo.

¿Cómo contar como he acabado aquí? ¿Cómo como nació esa idea, se materializó en cientos de papeles, se desarrolló a la par que otras cosas, y desemboco en todos los presentes acontecimientos?

Mis dotes como narrador se ven mermadas a la hora de afrontar retos como este. Pero eh, un reto es un reto...

Supongo que un "Todo comenzó..." es bastante práctico para romper el hielo...

Todo comenzó una noche de domingo del mes de diciembre de 2010, si mis recuerdos no fallan. No puedo precisar el día exacto, aunque sí que fue unos días antes del comienzo de las vacaciones de Navidad. Como tantas otras noches de domingo en mi habitación de la calle Ferrocarril, me encontraba perdiendo el tiempo ante la pantalla del ordenador, vagando de Facebook a Twitter y de Twitter a Facebook, después de un día cuya productividad no recuerdo, sin ningún objeto ni pensamiento concreto. En resumen como hemos dicho; perdiendo el tiempo.

Sin embargo, de alguna forma acabé en la página de la facultad, mirando la presentación de la charla informativa acerca de los programas internacionales, los cuales me interesaban más bien poco. 

Para los que lo desconozcan, mi vaga idea acerca del futuro era algo así como "...terminar quinto en Madrid, y luego mirar para intentar hacer máster o similar fuera...". Como se puede ver, algo muy elaborado. 

Pero de todas maneras, tampoco iba a perder mucho leyendo la presentación acerca de los so-called Erasmus-Tassep, así que empecé a leer...y algo empezó a tener sentido en mi cabeza, y una idea más elaborada acerca del futuro empezó a formarse. Pensé: "...si aprovecho, y hago el próximo año fuera, con suerte termino, al año siguiente hago el máster de litosfera, y no repito las asignaturas de quinto, pero a efectos prácticos hago lo mismo, con lo que no me pierdo ese curso repleto de campo..." , y esa fue la base sobre la que se asentó el que decidiese continuar adelante con la inicialmente marginal idea de hacer "algún curso en el extranjero".

Así que acabé yendo a la reunión informativa, y aquello siguió macerando. Sin embargo, no podía valorar aquello yo solo, ¿cómo voy a poner tanto en juego sin ni pedir consejo?. Por supuesto, tenía que informar a mi familia y tenían que decirme que opinaban: cómo siempre, no más pegas de las que cualquier madre o padre sensatos pondrían... Con esas reservas,todo el ánimo del universo a continuar, habiendo hecho una pausada valoración del tema, y sin apenas mención al "desafío" económico. Los agradecimientos suelen ir al final de los textos, pero sería de bastardos no decir en este instante que soy probablemente una de las personas más afortunadas que conozco en ese sentido. Todo lo que mis padres han hecho por mí desde que existo en este mundo no tiene ni precio ni nombre, ...bueno, supongo que nombre sí, "amor". Pero desde luego no precio, y aunque no lo tenga, confío, como dijo Steve Jobs, en que en algún momento "se conecten los puntos", de tal forma que me permitan devolverles aunque sea en una mínima parte todo lo que me han dado. Mi agradecimiento no puede ser más grande.

Y no solo ellos son mi familia...mi podría decirse "almohada" ,en este caso (y entiéndase en el sentido figurado, como qué o quien ayuda a sopesar las cuestiones) , Ro. Tan importante fue su ayuda a la hora de sopesar este tema, que si en algún momento estuve a punto de abandonarlo, es gracias a ella por quien eso no sucedió. Y a ella también tengo que agradecerle en este momento todo lo hecho por mí, por esta vez solo en lo referente a venirme a Calgary, ya que si tuviera que agradecerle más ya podría estar varios días escribiendo.

Lo que vino inmediatamente después es lo que carece totalmente de interés; rellenar solicitud, enviar títulos, esperar listas, elegir destinos, esperar asignaciones, esperar correos, enviar más solicitudes, registros telemáticos y registros telemáticos, etc, etc.

Los meses del segundo cuatrimestre de nuestro cuarto año en la facultad de Cc. Geológicas de la UCM transcurrieron para mí en parte allí, y en parte aquí en Calgary, o al menos en la abstracción que Calgary representaba por aquel entonces en mi mente; más de medio año preparando este año. Y la verdad es que esa situación te proporciona un angustioso transcurrir del tiempo; eres incapaz de quitar la vista de tu "gran objetivo", todo se mide en términos de "¿cuánto faltará entonces para marcharse?", y todo lo que uno hace se piensa con un "el año próximo no estaré aquí..." condicionando tus actos, y por qué no decirlo, forzándote mucho más a ser tu mismo. Porque si en algunos momentos de tu anterior vida no viste motivos, o no quisiste ver motivos para cambiar algo...una perspectiva, una idea, una forma de ser, de hacer las cosas, o lo que sea, ponerte esa situación inminente arranca las capas que te habías puesto. Ves al yo que fuiste, te preguntas como será el próximo yo, y entretanto, te vas dando cuenta de que tal vez no estabas siendo tu yo de verdad. Que él o partes de él estaban encadenadas en algún sitio, y que es momento de dejar de ser hipócrita y deshonesto con uno mismo. Pero a lo que voy, es que cuando sabes que vas a marcharte lo que tratas es de dejar las cosas como quieres o te gustaría dejarlas, y con ello me refiero, a hacer ciertas cosas que no habías hecho nunca pero habías querido hacer, a decir cosas que no habías dicho nunca pero querrías o deberías haber dicho, y todo este tipo de historias. 

Puede que esto último suene a persona moribunda...pero a final de cuentas, ¿no es un cambio de vida un renacimiento? ¿no está una vida formada no por una única, sino por muchas vidas? 

Esa es la clave de esta experiencia, esa es la razón por la cual esto merece la pena; cambia algunos de tus parámetros, corrobora tus constantes, desarrolla nuevas teorías. Te hace crecer, rechazando cosas que antes creías, aceptando otras que no, y abriendo las puertas de la razón y las emociones a otra escala.

Tengo que confesar que en los primeros días de todo esto, poco después de haber echado la primera solicitud, tuve una pequeña crisis de insomnio, cosa que yo jamás he padecido ni he vuelto a padecer por ahora. Sabía que las probabilidades de que me cogiesen eran altas, y que si me lo tomaba en serio, era más que probable que ahora mismo estuviese donde estoy. Y esa idea me aterró. Me aterró tanto que me arrebató el sueño hasta bien entrada la madrugada de una noche de domingo, supongo que porque todo lo que implicaba se salía de mi escala.

Como siempre, es aquello que no entendemos lo que nos causa temor, y ¿cómo superarlo?; entendiendo, viviendo, afrontando...así se abren todas las puertas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario